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Respuesta a A.S.

Respuesta a A.S.

"No hay rosas, sin espinas”.

La Correspondencia Poética

Respuesta a A.S.

Bogotá, D.C., 9 de diciembre de 2021

Alejandro:

Empezaremos con los aspectos más logrados del primer poema. En “Elegía del que espera” trabajas apropiadamente el subgénero de la elegía. La lamentación y el tono lírico se ven desde los primeros versos: “Guardaba las palabras para cuando regresaras / anidadas en mi garganta”. Además, las metáforas simples como testamento y la aparición del reloj le dan un toque de originalidad al poema. En cambio, el fluido carmesí y el filo de las manos lo malogran. Para continuar con la escritura creemos que podrías pulir algunos de los cortes, así como limitar las imágenes comunes de la elegía. En el texto encontramos la espera, el amor, el olvido, el tiempo, la soledad, la nostalgia y los recuerdos, conceptos tan claves como gastados de este subgénero. ¿Qué tal si experimentas un poco más con la reflexión que planteas al final del poema cuando aproximas las elegías a los testamentos?, ¿en qué se parecen?, ¿qué deja la voz poética allí?, ¿cuál es la herencia? Podrías crear imágenes de lo que queda en las palabras. 

En el segundo poema, “Ofrendar rosas al mar”, hubo versos divertidos y sugestivos que nos gustaron. Las rosas cabizbajas, el baile de los pétalos en su descenso y la búsqueda de las hojas por el agua son detalles bellísimos. Aunque, de nuevo, caes en la trampa de las temáticas comunes que podrías cortar, como el encuentro entre la oscuridad infinita y el mar. ¿Qué tal si te concentras en las imágenes del baile y la caída, y cambias el desenlace del poema por uno que no busque lo infinito? Quienes leemos (y quienes no) conocemos la inmensidad de la noche y del océano, decirlo es no confiar en nosotras.

Por último, en el poema “Todo está en camino a romperse” notamos un juego interesante en la búsqueda y el camino hacia la ruptura que propones. Un juego que se traduce en distintas tensiones: el ir y el volver, el final terrenal y el final no terrenal, y el peso del cuerpo y los signos o irrealidades en que se diluye. Los versos están bien construidos. Aquí se nota que sabes versificar. Empero, también incluyes temas que ya han sido reelaborados cientos de veces en la poesía. Están las sombras, la soledad y el olvido, la muerte, la inutilidad y la espera. Te invitamos a centrarte y experimentar con las tensiones que produce la búsqueda en el poema. Es decir, concentrarte en las semillas de originalidad que hay en los poemas que nos enviaste y dejar de lado los conceptos tan grandes y vaciados como la soledad, el infinito, el tiempo que pasa y el olvido. Concéntrate en lo particular, allí tú y quienes te lean encontraremos lo demás.  

Te invitamos a continuar trabajando en tus versos y a seguir escribiendo. A veces, los buenos poemas nacen de la continua exploración de sus ejes.

Un abrazo:  

La Correspondencia Poética

Recuerda: “No hay rosas, sin espinas”.