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Azules son los bordes de la distancia

Azules son los bordes de la distancia

Reseña de Bluets, de Maggie Nelson (traducción de Lawrence Schmiel)

Natalia Soriano Moreno

Azules son los bordes de la distancia

Azul es el color favorito de Alonso, azul es el color de Millonarios, el equipo rival de Santa Fe en Bogotá, azul es el color que papá no quiere ver, porque le recuerda a Millonarios, azul es el color de la ropa de aquella que se fue. Azules son los bordes de la distancia, azules son los agujeros que una le hace a la espera, azules son las líneas que aparecen detrás de una cuando se está sola.  

65 -Las instrucciones impresas en la envoltura del tinte azul: Forre el Azul en tela. Revuelva mientras exprime el Azul en lo que queda del agua. Sumerja los objetos por separado durante un tiempo corto, no deje de moverlos. Me gustaron las instrucciones. Me gustan los azules que no dejan de moverse.

(Nelson 29)

¿Cómo se forma el azul?

  1. Se deja hervir el blanco hasta que suelte el azul. 
  2. Se licua una nube para luego colarle lo azul 
  3. Se exprime una ola y se cuelga en el patio para que escurra lo azul. 

¿Dónde duele el azul?

En la esquina de la distancia

en el lado derecho del recuerdo

en el dedo gordo del tiempo.  


1. Supongamos que empiezo diciendo que me he enamorado de un color.

(Nelson  13)

Bluets, de la escritora estadounidense, Maggie Nelson fue publicado por Wave Books en 2009.  Este libro comienza diciendo que se tiene una obsesión con el color azul y que, por medio de distintas entradas poéticas y narrativas, esa obsesión, se expande, se investiga y para sumergir más y más al lector en las múltiples posibilidades de lo que puede ser el azul. 

Bluets es una resignificación del azul. El azul no es solo el azul del cielo o de las olas sino también es el color que no tiene mente y en el que una puede convertirse. Es como si el libro se hubiese preguntado qué es el azul, dónde está el azul, cómo se mueve el azul, por qué algo es azul para ir más allá de los lugares comunes o tradicionales (cielo, mar, color), y así encontrara la forma de decirnos que el azul es también una forma, un cuerpo, un recuerdo, una situación. 

Bluets es un libro que descoloca, descuaja, desbarata y desatornilla, porque juega con la estructura y el ritmo de lectura. La obsesión de la que se habla al inicio del libro se desarrollada por medio de 240 entradas en las que habla de todas las situaciones, cosas, momentos, sensaciones, ideas, preguntas, escenas, problemas que pueden ser azules. Mientras se avanza en la lectura una se pregunta: ¿por qué está dividido por numerales?, ¿por qué tiene distintas entradas?  Es un texto múltiple, en el que una como lectora salta de definición en definición, de fragmento en fragmento, de espacio en espacio, de reflexión en reflexión, de imagen en imagen, de cita en cita, de recuerdo en recuerdo, de pregunta en pregunta, de conversación en conversación, de cita a fragmento, de imagen a conversación, de pregunta a recuerdo, de fragmento a reflexión.  El texto se mueve entre lo poético, lo narrativo, lo filosófico y lo físico y se transforma con cada tipo de entrada. Al principio una piensa que cada fragmento es una anotación en una libreta o una entrada de diario no terminada. Pero luego una piensa que todo es una especie de sabías qué y entonces la narradora lanza múltiples datos curiosos sobre los colores, como cuando una habla con una amiga que ha visto varios videos de Tik Tok sobre el color azul. Y por último, aparecen los recuerdos de una relación amorosa y una piensa en Me acuerdo de George Perec, en donde se enumeran una serie de memorias de una persona.  

“71. Desde hace algún tiempo intento encontrar dignidad en mi soledad. Ha sido una tarea difícil.

72. Es más fácil, claro, encontrar dignidad en mi aislamiento voluntario. La soledad es el aislamiento con un problema. ¿Puede el azul resolver el problema, o al menos acompañarme en él? —No, no exactamente—. No puede amarme de ese modo; no tiene brazos. Pero a veces sí siento su presencia como una especie de guiño —aquí estás otra vez, me dice, y yo también—.  

73. En su Óptica, Newton se refiere periódicamente a un invaluable «asistente» que le ayuda a refractar el rayo de luz solar que entra por la apertura que Newton había perforado en la pared de su «cuarto oscuro»; un asistente en el descubrimiento, o revelación, que hizo del espectro. Sin embargo, con el tiempo se ha cuestionado mucho si este asistente realmente existió. Hoy en día, muchos creen que fue, esencialmente, una «ficción retórica»”. 

(Nelson  30)


En este fragmento, por ejemplo, la narradora comienza hablando de su soledad, luego la relaciona o la hace concreta por medio del color azul, piensa en cuál es la relación del color con su situación actual, por último, aparece pone en conversación su soledad y una reflexión sobre Newton e incluye un tema de la física, que a una como lectora le curva esa linealidad que parecía tener el texto y entonces una comienza a pensar si es que Newton habla de su soledad, si el asistente que ayuda a refractar la luz es la metáfora del vacío que ella siente. Cada fragmento toma significado, porque ya no son solo definiciones del color o citas de distintos autores, pintores y filósofos, también son pequeñas partes que al juntarse hablan de la soledad, la ausencia, la muerte, el desamor y la espera.  


“94. Bueno, como tú quieras. Esto es la disfunción hablando. Esto es la enfermedad hablando. Esto es cuánto te extraño hablando. Esto es el azul más profundo hablando, hablando, hablándote siempre a ti”.

(Nelson  35)

Bluets es un libro que deja una pregunta por cómo opera la multiplicidad de formato en un solo texto y lleva a pensar en cómo cada autor puede proponer sus propios juegos para crear una forma que no cabe en un vaso, que necesita más espacio, más lugar y por eso se escurre de los bordes y se riega en la superficie. La forma de un libro se desparrama, se expande y se estira. 

Reseña apta para seguidores de Cristian Castro